Las propiedades del brócoli son innegables, y ya hablamos de ellas. Ahora expondremos sobre el modo de cocinar esta rica verdura, que sin embargo, deja un olor característico no demasiado rico, durante su cocción, que si bien es corta, unos cinco o seis minutos, sirven para impregnar todo el ambiente.

Se deben preferir al comprar los que presenten flores color verde oscuro y brillante y antes de cocinarlo debe lavarse muy bien. Pueden usarse las flores y también parte de los tallos, en especial los trozos (hasta tres centímetros) que están cerca de las flores, que son los más tiernos. Otra opción es comprar los brócolis congelados.

Si no deseas consumirlos enseguida, no los laves y guárdalos en bolsas de nylon no herméticas (o sea, con alguna abertura o perforación) en la heladera, hasta cinco días. Lavado y cortado puedes frizarlo en crudo hasta por un año.

Puede consumirse en ensaladas crudo, o cocinado en agua hervida, al vapor o a la plancha. Se cocinan las flores enteras y el pedacito de tallo unido a ellas, en una olla con agua y un puñadito pequeño de sal gruesa, más un chorrito de jugo de limón o una ramita de apio, tapando la olla, para evitar el mal olor, durante cinco minutos. Se retiran, se refrescan y ya están listos para preparar cualquier plato. Al vapor requiere doce minutos de cocción y a la plancha 5 minutos. Si se lo fríe basta con tres minutos.

Algunas recetas con brócoli que puedes realizar: ensalada de brócoli y coliflor, pizza de brócoli, budín de brócoli y zanahorias y fideos con brócoli.