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Alimentos con luteína
La luteína pertenece al grupo de los carotenos, y es un pigmento amarillo que aporta pro vitamina A. La hallamos en las verduras que tienen hojas verdes, como es el caso de la espinaca, la acelga, el perejil, el repollo, la lechuga, el berro, el puerro, las arvejas o guisantes, el brócoli, las algas; pero también en el kivi, los plátanos o bananos, las naranjas, los arándanos, las papas, el maíz, la calabaza, la zanahoria, los pimientos rojos, amarllos y verdes, y para los vegetarianos que consumen huevos, también en ellos. Se lo usa como aditivo en algunos alimentos. Es liposoluble, o sea, soluble en grasa, por lo cual debieran comerse estos alimentos con algún aceite vegetal, por ejemplo aceite de oliva o de canola.
Es muy importante para mantener saludable la piel, para que sufra menos los efectos del sol y del paso del tiempo; también para preservar la vista, previniendo las cataratas y los efectos nocivos de los rayos solares; y protege las membranas mucosas. Actúa además como antioxidante, lo que significa que con su presencia estamos menos expuestos a la acción de los radicales libres, que pueden enfermarnos, y que la luteína combate. Protege de las enfermedades, incluso las más graves, como el cáncer, especialmente los de próstata y colon.
No se necesita mucha cantidad de luteína para que nos encontremos protegidos, por lo cual no es necesario incorporarla en preparados de laboratorio, salvo si se comprueba que en el caso específico hay mala absorción de luteína, lo que puede suceder por ejemplo entre los fumadores o los ancianos. En la generalidad de los casos, una porción diaria de cualquiera de los alimentos antes mencionados, bastaría para una buena salud dérmica y visual, ya que solo se necesitan para ello 5 mg. diarios.
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