Comer arroz presenta muchas consecuencias favorables. Las propiedades del arroz son muchas. El arroz orgánico es aún mejor. Como todos los productos orgánicos es muy saludable pero difícil de conseguir ya que los productores temen sembrar sin usar pesticidas sus campos, por el riesgo de perder sus cosechas. Como dijimos entonces, es arroz que no usa semillas transgénicas ni se fumigan los sembrados con pesticidas.

En Porto Alegre (Brasil) ya es el quinto año que se logró cosechar arroz orgánico. Esto lo informó el Movimiento Sin Tierra en su sitio Web. Una cooperativa de Los Charrúas, ubicada en la provincia de Entre Ríos en la República Argentina produce también arroz orgánico, como medio de entrar competitivamente al mercado norteamericano. La provincia de Corrientes también produce este tipo de arroz.

Si bien tiene su riesgo, los beneficios son muchos. Además de colaborar con el ecosistema, rinde económicamente pues los costos son menores, y el precio de venta más elevado. En Tailandia funciona la Fundación Khao Kwan (KKF), que incentiva a los productores a dedicarse al cultivo orgánico.
El uso de pesticidas no solo es perjudicial para el ambiente y la salud de quienes lo consumen, sino también para quienes lo cultivan.

Para que el arroz sea orgánico el suelo de cultivo no debió ser tratado con agroquímico durante al menos cuatro años.

Consumir productos orgánicos nos aleja de los riegos de productos genéticamente modificados y expuestos a químicos que aún no se sabe, de qué modo atentarán contra nuestra salud y la del planeta, pero seguro el impacto será negativo.