Si bien estos alimentos no curan el stress, contribuyen a relajar el sistema nervioso, y a poder tener mayor equilibrio emocional. Es común que los ataque de ansiedad nos lleven a tratar de aliviarlos con el consumo de alimentos, sin advertir que no todos ellos contribuyen a calmarnos, sino tal vez a acrecentar el problema pues se añadirá un dolor abdominal, especialmente si los tragamos en forma rápida y sin previa masticación; o un problema de obesidad, que se traducirá en mayor stress y en ingesta indiscriminada de comida, hasta convertirse en un auténtico círculo vicioso.

La serotonina (neurotransmisor) tiene gran importancia en nuestro estado anímico, y su aumento nos causa bienestar; el triptófano es su precursor, y podemos incorporarlo a través de lo que ingerimos. De entre los alimentos más recomendados están:

Uno muy importante de ellos es el chocolate negro, que contiene flavonoides que tienen la propiedad de actuar como relajantes nerviosos, del que por supuesto no hay que abusar (no más de 40 grs. por día) y evitarlo totalmente si se padece de diabetes o sobre peso.

Las pastas, el arroz, la banana, el germen de trigo, el brócoli, las espinacas, las almendras, las nueces, los copos de avena, y la soja en todas sus formas (leche, porotos, brotes o harina) tienen también un gran impacto contra el stress.

Las semillas o pipas de girasol contribuyen a la producción de dopamina, otro neurotransmisor como la serotonina, que nos aporta placer.

Si se padece de insomnio es muy recomendable ingerir leche caliente endulzada con miel, un rato antes de dormir.