La contaminación química, ha provocado la presencia de un «agujero» en la capa de ozono. El ozono es una forma alotrópica del oxígeno (propiedad de formar moléculas diversas por su estructura o número de átomos) ya que contiene tres átomos de oxígeno en cada molécula. El ozono se encuentra en la ozonósfera, capa de la atmósfera ubicada a 20 kms. de altura, que comprende parte de la estratósfera y de la mesosfera. En la estratósfera es donde se halla en mayor concentración, ya que se encuentra en muy pequeñas cantidades en el resto de la atmósfera.

El proceso de formación del ozono es el siguiente: Los rayos ultravioletas tienen incidencia sobre una molécula de oxígeno, que se divide liberando sus dos átomos. Uno de ellos se une a una molécula de oxígeno, formando una molécula de ozono, que absorbe los rayos ultravioletas y luego se bifurca en una molécula de oxígeno y un átomo libre. El proceso vuelve a efectuarse a partir de la nueva molécula de oxígeno.

El ozono disminuye hacia los polos, pues el frío extremo provoca que el agua presente en la estratósfera, que de por sí es escasa, se congele, arrastrando en su sedimentación, los gases que neutralizan a las moléculas de cloro, sobre todo, esto ocurre en primavera.

La capa de ozono actúa como un colador, o sea, es un filtro natural que absorve los rayos ultravioletas del sol, perjudiciales para la vida.

Al estar dañada la capa de ozono, se destruye el plancton, base de la cadena alimentaria. El proceso de fotosíntesis se inhibe, el ganado se enferma, y las plantas alteran su crecimiento.

En los seres humanos la exposición solar produce el aumento de casos de cáncer de piel, tiene efectos dañinos en la visión y el sistema inmunológico se debilita.

En 1840, Ch. F. Chonbein, descubrió y aisló el ozono. en 1913, dos físicos franceses Charles Fabry y Henri Buisson, encontraron la capa de ozono.

El cloro y el bromo libres son los causantes de la destrucción de la capa de ozono, que son provocados por la liberación a la atmósfera de los residuos industriales. Los clorofluorocarbonos, usados como solventes o refrigerantes, entre otras aplicacioes y los halones que se usan para combatir el fuego, y otros componentes que contienen cloro o bromo son los responsables de esta situación.

En 1985, se firmó el Convenio de Viena, para la protección de la capa de ozono. El Protocolo de Montreal se suscribió en septiembre de 1987, y la Comunidad Europea en 1989, prohibió el uso de sustancias químicas destructoras del ozono. Se necesitarán muchas décadas y políticas responsables para que el daño causado pueda remediarse.