La ecología es una disciplina perteneciente a las Ciencias Biológicas, que estudia a los organismos en sus relaciones mutuas y con el medio en el que habitan, donde se combinan los factores abióticos climatológicos y geológicos y las distintas formas de vida que lo integran. El ecosistema es su unidad funcional. También podemos analizar este campo disciplinar desde las Ciencias Sociales, o sea en lo que hace al protagonismo humano en el medio ambiente, sea desde el punto de vista sociológico o antropológico.

Aunque a partir de mediados del siglo XX comenzó a cobrar importancia, la ecología es muy anterior.

Si bien todos los integrantes del mundo biótico provocan modificaciones en su medio, la acción del hombre desde su aparición en la superficie terrestre ha dejado rasgos evidentes de su tránsito por el planeta.

Puso a la naturaleza a su servicio y se valió de ella, para satisfacer sus necesidades, a veces de manera positiva, pero en la mayoría de los casos con deseos ambiciosos y mezquinos, que no conocieron ni siquiera el respeto por la subsistencia de otras especies. Hoy estamos pagando las consecuencias de tales acciones, de las que, conciente o inconcientemente somos cómplices. Cuando arrojamos desechos, o desinfectamos los ambientes o utilizamos algún plaguicida, sería conveniente contar con la suficiente información sobre las consecuencias que acarrea su uso. Es cierto también que desde los gobiernos no es mucho lo que se está haciendo al respecto.

Ernest Haeckel, un biólogo alemán, denominó a estos estudios ecología, en el año 1869. Su significado proviene de los términos griegos: oikos y logos, que significan respectivamente casa y estudio. Su propósito era comprender la interrelación de cada especie con su medio.

En la segunda década del siglo XX, se comenzó a analizar la relación no solo de las especies particulares sino de las comunidades con su hábitat, por los problemas que comenzaron a surgir.

La tala indiscriminada de árboles, que impiden que el aire se purifique, y aumentan el peligro de inundaciones, los derrames de petróleo con la contaminación hidrológica que provocan, la basura con la consiguiente contaminación ambiental, el humo producto de la actividad fabril, que torna a veces irrespirable el aire que respiramos, la matanza de especie animales, muchas veces por mero placer, la consecuente aparición del agujero de ozono que pone en riesgo la existencia en general, está haciendo que el estudio de estos temas trascienda el ámbito especulativo para hacer del estudio del medio ambiente un ámbito de búsqueda de soluciones a un problema que no remediarse podría resultar catastrófico para la existencia humana, vegetal y animal.

En 1992, tuvo lugar en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, la Cumbre de Río de Janeiro, que trató sobre el tema del Medio Ambiente, y los peligros que el progreso trae aparejado en el mismo, de la mano de la tecnología y la proliferación de la industria, sin el debido control.