En esta ensalada se combinan sabores agrios y dulces, para dar lugar a una ensalada diferente, para quienes les gusta jugar con sabores y probar platos distintos, originales, y sorprender a los comensales. Recordar que en general no son muy apreciadas estas combinaciones por los niños, y también muchos adultos las resisten, por lo cual se aconseja presenrla junto a otra ensalada más tradicional, para evitar que la magia que queríamos darle a nuestra mesa, no se convierta en algo incómodo, para quienes tengan que comerla por ser la única opción.

Ingredientes
(Para 4 personas)

4 remolachas chicas
1/2 repollo colorado
1 tomate
2 naranjas
1 plato hondo al ras de brotes de soja
200 gramos de queso fresco
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharadita de aceto balsámico

Preparación

Lavar bien las remolachas y ponerlas a hervir con su cáscara hasta que se ablanden (el tiempo de cocción dependerá del tamaño). Una vez que podamos pincharlas con un tenedor y notarlas tiernas, retirar del fuego y cuando estén tibias o frías, quitarles la piel con las manos. Colocarlas en un bol y cortarlas en cuadraditos.

Lavar bien el repollo, y cortarlo en tiritas. Lavar el tomate y cortarlo en rodajas. Pelar las naranjas, trozarlas y quitarles las semillas. Lavar bien los brotes de soja y escurrirlos.

Colocar todos los ingredientes en una ensaladera, agregar el queso en cuadraditos, y condiemntar con el aceite de oliva y el aceto balsámico. Servir como entrante o acompañando los platos de su preferencia.