Los pimientos o morrones ya sean rojos, verdes o amarillos son muy ricos y nutritivos. Puedes comerlos crudos en ensaladas, pero para acompañar otros platos son más ricos si están más blanditos. Si bien puedes freírlos en aceite, no es la forma más sana de consumirlos, por eso la propuesta es que los ablandes ya sea en el horno o en la plancha. La ventaja que tiene la plancha (la que los carnívoros usan para hacer bifes) es que tiene canaletas por donde se escurre el aceite y no se impregna en los pimientos. Si no tienes plancha y prefieres cocinarlos en una fuente de horno, apenas untada en aceite, también te quedarán muy ricos, con solo 10 minutos en horno fuerte.

En el caso de contar con una plancha, debes colocar en ella una cucharada de aceite de oliva, y dejarlo calentar. Luego disponer los morrones previamente lavados y cortados en mitades, sobre la plancha caliente, durante no más de tres minutos de cada lado, pues pueden resultar quemados.

Son muy sabrosos complementando pizzas, pastas, arroz, puré de papas o calabaza o milanesas de soja, colocándolos por encima, o como relleno de emparedados.

También pueden cortarse sacándoles solo una tapa donde se encuentra el tronquito y rellenarlos con queso antes de ponerlos a la plancha, y en este caso quedan muy ricos y gratinados.