En los países orientales es el alimento básico, aunque hoy se ha extendido su uso a todo el planeta. Es de fácil preparación, de cocción rápida y muy saludable.

En Indonesia se considera que una mujer no está en condiciones de casarse si no puede preparar un plato de arroz a punto.

La primera comida sólida que los pediatras recomiendan es el cereal de arroz, ya que casi no provoca reacciones alérgicas.

Un plato de arroz provee un alto complejo de hidratos de carbono y pocas grasas. Contiene vitaminas B1, B2, B6 y E, calcio, potasio, proteínas y nada de colesterol.

La demanda de arroz integral fue creciendo en los últimos años. Su ventaja radica en una delgada cobertura de salvado que le otorga 1,7 gramos de fibras en una porción de media taza diaria. Una buena proporción si se piensa en los 20 o 30 gramos diarios que recomienda ingerir el Instituto nacional de Cáncer. Además contiene un aceite que ayuda a disminuir el colesterol.

El arroz blanco también es bueno. Es el mismo arroz, pero el proceso de refinamiento le restó parte de su poder vitamínico.

El almidón que contiene el arroz es un antídoto contra el cáncer de cólon.

Consejitos:

No enjuagar el arroz antes de la cocción: perderá vitaminas.

No cocine el arroz en una excesiva cantidad de agua, pues cuando esté listo, deberá colarlo. Ese agua que elimina está lleno de vitaminas.

Si quiere añadir fibras a su dieta de arroz, acompáñelo con alguna de las comidas que las tienen en abundancia: arvejas, verduras, frutas y otros granos.

Guarde el arroz integral en la heladera para que no se vuelva rancio el aceite que contiene.

El arroz envejece. Si tiene mal olor no lo compre.

Al abrir la caja de arroz, ciérrela apropiadamente y envuélvala en una bolsa plástica.

No revuelva el arroz mientras se cocina porque eliminará el almidón que contiene.