Alimentarse no es sinónimo de comer, pues uno puede ingerir sustancias que hagan daño al organismo, y en lugar de fortalecerlo lo debilitan y enferman.

La educación alimentaria es fundamental para una vida sana, y para ello se deben conocer ciertas reglas básicas.

No todo lo sano es poco sabroso. Debemos aprender a preparar nuestros platos con imaginación para darles el toque de sabor y aroma que nos resulte apetitoso. Existen para ello innumerables condimentos naturales que debemos probar para seleccionar los de nuestro agrado, y que sirvan para que un sencillo menú se transforme en una delicia.

Consumir muchas frutas y verduras combinando las tonalidades, y recordando que crudas conservan más sus nutrientes. Si se cocinan, preferir la modalidad de hornearlas o hervirlas antes que freírlas. Elegir las de colores más intensos, que son los vegetales más frescos.

Tratar de que sean productos naturales y no enlatados, que poseen muchos aditivos.

No creer que cuanto más esfuerzo nos lleve prepararlos, los platos serán más nutritivos. Muchas veces se pone de excusa la falta de tiempo para consumir productos enlatados o la denominada “comida chatarra”, olvidando que una ensalada multicolor es altamente saludable y se prepara en forma rápida, mientras que las frutas no requieren más que ir a comprarlas, lavarlas, y en algunos casos, pelarlas.

En momentos en que queremos “picar algo” podemos escoger unas nueces o almendras, o un jugo de frutas natural. Muchos recurrimos a galletitas o panificados, que nos quitan la sensación de hambre, pero no nos aportan más que grasas y calorías.

Cuando compramos alimentos frescos, como por ejemplo lácteos, no olvidar observar la fecha de vencimiento. En otros productos envasados leer atentamente sus ingredientes, para evitar comprar aquellos que posean muchos colorantes, saborizantes, o tengan exceso de aporte calórico.

Reemplazar las gaseosas por agua o jugos de frutas naturales, reducir el azúcar y la sal, preferir los alimentos integrales que conservan sus propiedades, como la harina o el arroz integral, comer poca cantidad, varias veces al día, cenar poco, son consejos que ayudan a tener una vida saludable.