El reuma es una patología dolorosa, que impide o entorpece la movilidad, que muchas veces está causada por una mala alimentación. La dieta a base de carne es muy mala para el reuma. Las frutas y verduras contribuyen mucho a mejorar esta dolencia, con algunas excepciones, que son por ejemplo, los tomates, los pimientos, las patatas y las frutas cítricas. Estas últimas pueden causar crisis si remueven los cristales en forma demasiado rápida.

Suprimir el alcohol, el café y los quesos, es también recomendable. Para endulzar, utilizar miel.

Entre los vegetales y frutas que se recomiendan, están la manzana, las uvas, las grosellas, el melón, los arándanos, la cebolla, el ajo, los berros, los apios, el enebro, el ajenjo, la alcaparra, el aceite de berenjenas, la lechuga, el muérdago, el té de ortiga, de menta, romero o de ulmaria. Esta última, consumida como infusión, reduce la inflamación pues contiene salicilatos. Otra infusión con efectos similares es la de colosh negro y el regaliz que también posee salicilatos y glicirrina, respectivamente.

Otras infusiones recomendadas son, la de cola de caballo, de sauce y de semillas de apio.

Los aceites vegetales que contienen omega 3 como los de soja o de sésamos, son muy eficaces.

Los aportes en hidratos de carbono deben hacerse a través del pan, las pastas y el arroz (todo integral) que a la vez, aportarán la cantidad suficiente de fibras.

Mantener el peso adecuado es ideal para evitar forzar las articulaciones, por lo cual se recomienda evitar el sobre peso, lo que se logrará con el abundante consumo de las frutas y verduras recomendadas, quitando las grasas, el azúcar, y realizando ejercicios físicos moderados en forma habitual.