La hipertensión arterial representa un riesgo muy grave para la salud, y puede suceder que no conozcamos que estamos padeciendo esta enfermedad que es causada por la presión de la sangre bombeada por el corazón, en las arterias, más allá de lo conveniente y trae serias consecuencias, como el ACV (accidente cerebro vascular) enfermedades renales y cardiovasculares, pudiendo llegar ser fatal o dejar tremendas secuelas.

Si bien hay más predisposición en los hombres a sufrir esta enfermedad, las mujeres dejan de poseer protección contra ella luego de la menopausia. La vejez es un alto factor de riesgo. Se considera que un adulto tiene hipertensión arterial cuando su medición arroja que posee 140/90 mmHg de presión o más. Es conveniente controlarse la presión en forma periódica en forma preventiva; y diaria, cuando ya se ha detectado el problema.

Si bien existen remedios que el médico prescribirá para combatir la hipertensión, la dieta ayuda mucho, especialmente quitar de ella la sal añadida y todos los alimentos que la contengan de modo natural, o se le agreguen en su proceso de industrialización. El alcohol y el cigarrillo también deben suprimirse.

La dieta vegetariana con alto contenido de fibras y potasio puede colaborar en el control de los niveles de presión. Deben evitarse las grasas saturadas, los productos de bollería (incluso el pan contiene sal), los fritos, la leche entera y sus derivados y la yema de huevo (estos dos últimos productos para quienes siguen una dieta ovolactovegetariana)

El ejercicio aeróbico como correr, trotar o caminar y beber abundante líquido es imprescindible, además de evitar las situaciones de estrés, y no subir de peso.