Ante tantos comentarios recibidos sobre las propiedades del té, sobre todo la preocupación que manifiestan los lectores por los beneficios del té verde, es que decidimos realizar otro análisis un poco más profundo sobre le tema.

Siendo su consumo tradicional en China, donde se lo ha denominado el elixir de la inmortalidad, y se le ha rendido homenaje en la ceremonia del té, pasó a ser usado por los europeos, recién en el siglo XVII.

El té negro, que estamos habituados a tomar, tiene su origen en la misma planta que el té verde. La diferencia estriba en que el té verde está menos procesado.

Haciendo una analogía lo mismo pasa entre el arroz blanco y el integral. Este mantiene íntegras sus propiedades por guardar más conexión con lo natural. En el caso del té verde, esta conservación de sus propiedades naturales permite que contribuya con más elementos a la prevención de muchísimas enfermedades como el cáncer de cólon, pancreas, estómago, además de sus propiedades antioxidantes y de eliminación de toxinas. Disminuye el nivel de azúcar en la sangre y tiene poderes antibióticos, estimula el sistema nervioso y puede usarse en casos de asma como broncodilatador. Contiene fluor lo que podría ayudar en la prevención de caries dentales. Al igual que los demás tés puede usarse como compresas frías sobre los ojos cansados para desinflamarlos.

Puede usarse en dietas para adelgazar, porque reduce las grasas y aumenta el gasto energético, sin consecuencias negativas a nivel cardíaco.

Además contiene vitamina A, vitamina B-2, Vitamina B-9 o ácido fólico, Vitamina C, vitamina E, calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro cobre, cinc, sodio, fósforo, potasio, aluminio, flúor y selenio.

Estos beneficios no son habladurías, sino que están científicamente comprobados. Su contenido en compuestos polifenólicos (3%), que son de tres tipos: flavonoides, catecoles y taninos, son los responsables de su función benéfica para el organismo, que se logran con tres tazas de té verde al día.

¡Ojo!, tomado en exceso, puede ocasionar insomnio y nerviosismo, por lo cual no es aconsejable que sea consumido por los niños.

Al contener taninos, que son irritantes de la mucosa gástrica, no debe ingerirse té verde en casos de gastritis ni úlcera gastroduodenal.

Se prepara hoy, comúnmente, con saquitos muy prácticos como cualquier otro té o utilizando una cucharada de postre de té verde por taza, y agregando el agua hirviendo, colando luego de 10 minutos.