La cúrcuma es una planta originaria de los países orientales y actualmente su cultivo es propio de lugares tropicales. La palabra cúrcuma significa azafrán siendo un vocablo árabe, por eso en algunos lugares se la conoce como “azafrán de la India”. Se la denominó así, pues se pensaba que era una variedad de azafrán, por su color amarillo. El rizoma de esa planta de sabor entre amargo y picante, es similar al del jengibre, y suele reemplazarlo puesto que su costo es menor. El polvo de este rizoma se emplea como condimento, en muy poca cantidad (como máximo una cucharadita) siendo uno de los componentes del curry, que a su vez se integra con otros aderezos (pimienta, azafrán, ajo, cebolla seca, ají, canela, nuez moscada y albahaca), muy sabroso como acompañamiento del arroz.

Es beneficiosa para la salud, pudiendo ser encontrada en varias presentaciones (cápsulas, polvo o en extracto). Contiene curcumina, con beneficios antioxidantes y tónico cerebral, recomendado para el mal de Alzheimer. También se usa para problemas digestivos (digestión lenta, meteorismo) y hepáticos, pues favorece la eliminación de toxinas, y para aliviar procesos inflamatorios (por ejemplo en la artritis; y usada en polvo desinflama las encías), beneficia los procesos circulatorios, ayuda a reducir el colesterol y la glucosa en sangre.