La zarzaparrilla o zarza morisca o uva de perro, llamada científicamente “Smilax aspera” es una gran aliada en las dietas de adelgazamiento, ya que reafirma los tejidos laxos, por grasa acumulada, la que elimina (es hipolipemiante) pero es, además un excelente diurético, facilitando la micción, necesaria en la retención urinaria, cálculos renales, nefritis y en cistitis; contribuye a que se elimine el ácido úrico, lo que la hace muy útil para el tratamiento de la gota, artrosis y artritis; y acrecienta la sudoración. Depura el organismo, eliminando toxinas. Se usa también para mejorar las enfermedades de transmisión sexual.

La parte que sirve para fines medicinales es la raíz y el rizoma. Allí podemos encontrar toda una gama de minerales muy aprovechables, como calcio, aluminio, hierro, magnesio, potasio y zinc. Sus bayas de tono negruzco o rojizo no son recomendadas para su consumo.

La zarzaparrilla es también un laxante suave, reduce los niveles de colesterol, y ayuda con enfermedades respiratorias; pero debe tomarse con moderación pues su abuso puede ocasionar gastroenteritis (no más de dos tazas de infusión de raíz de zarzaparrilla diarias) pues contiene saponinas. Quienes padecen trastornos digestivos como colon irritable o úlceras, evitar consumir zarzaparrilla. También quines padecen de hipotensión, pues al actuar como diurético puede acrecentar el problema. Otras personas que no deben ingerirla: quienes tengan problemas cardíacos y las mujeres embarazadas o en épocas de lactancia.

En aplicación externa, actúa como desinfectante, muy útil para tratar el acné, los eccemas o el herpes; y combate los hongos de la piel.