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Propiedades del alcanfor
El alcanfor es el producto que se obtiene del leño central de un árbol de la familia de las lauráceas, llamado alcanforero, que florece en la primavera. Puede llegar a medir hasta cuarenta metros de alto. Da como fruto una baya que contiene una semilla oleosa.
El alcanfor que puede obtenerse del tronco del árbol es mayor a medida que el árbol se pone más añejo, llegando a los cuarenta años a tener un rendimiento de alcanfor del tres por ciento. Tiene un olor fuerte y acre, siendo una sustancia cerosa y transparente, algo blancuzca. Este es el alcanfor natural. El sintético procede del aceite de trementina. Enumeraremos sus efectos positivos, pero también los negativos que son varios, por lo cual si se lo usa, se exige suma prudencia, y consulta previa a un profesional.
El alcanfor produce, colocado sobre la piel, dilatación periférica y calor, estimulando los centros nerviosos, lo que contribuye a aliviar dolores articulares o musculares y problemas bronquiales. Su absorción dérmica es rápida. Combate infecciones por su poder antiséptico, y también la picazón; estimula la circulación sanguínea y los espasmos abdominales. Muchas cremas y preparados medicinales lo incluyen para combatir este tipo de dolores. Los descongestivos nasales también lo usan como componente.
Tiene también usos hogareños, como el de repeler a las polillas. El uso de aceite alcanforado no es aconsejable pues puede ser tóxico. No conviene ingerirlo sin prescripción y supervisión médica, pues en grandes cantidades es sumamente peligroso, e incluso su aplicación tópica puede causar irritación. También, si se absorbe por la piel en grandes cantidades puede dañar el hígado.
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