El nombre científico del alpiste es Phalaris canariensis y es una hierba, una gramínea, cuyas semillas son muy conocidas como alimento para aves. Su cultivo comenzó en la zona mediterránea pero hoy está mundialmente extendido.

Lo que resulta comestible de esta hierba son sus semillas de color marrón protegidas por una cáscara dura. Lo notable es que ya es está comprobado que no solo comer semillas de alpiste es muy beneficioso para los pájaros sino también para las personas, ya que contienen aminoácidos esenciales que además son estables, lo que significa que no se descomponen en el organismo y se asimilan fácilmente, lo que facilita su aprovechamiento.

El alpiste para consumo humano debe comprase en tiendas especiales de semillas, como son las dietéticas, no son exactamente las mismas que comen las aves.

Además de ser una gran fuente proteica (3 cucharadas de semillas de alpiste equivalen a las proteínas de un kilo de carne) contienen enzimas que contribuyen a reducir inflamaciones orgánicas especialmente de páncreas, hígado y riñón. Evita la retención de líquidos, combate edemas, úlceras de estómago, gastritis y es excelente para la arteriosclerosis, la diabetes y la cirrosis. Entre sus enzimas, la lipasa, ayuda a reducir la grasa corporal.

Aporta calcio, zinc, fibras, potasio, ácido fólico, magnesio y manganeso; y entre las vitaminas la B y la E, lo que hace que actúe como antioxidante.

Se pueden comer directamente las semillas peladas o en forma de leche, remojando las semillas en agua (5 cucharadas en 1 litro de agua durante 12 horas) y luego licuar todo y colar. Beber el líquido.