El ciboulette, cuyo nombre científico es Allium schoenoprasum, es una hierba aromática procedente originariamente de Siberia y Canadá, de sabor intenso y rico perfume, parecida a la cebolla (también se conoce al ciboulette como cebollino) pero en lugar de usarse su bulbo, que es demasiado pequeño y con sabor muy fuerte, se usa el tallo que es verde, hueco, y muy finito, y es bastante más digestivo que la cebolla. Necesita para su cultivo lugares muy soleados y húmedos.

Se utiliza para aderezar ensaladas, y agregarle sabor a salsas, cremas, emparedados, caldos, purés, Allium schoenoprasum, etcétera.

Pero en su sabor no terminan sus beneficios ya que posee un alto contenido vitamínico, especialmente en vitaminas A, B, K y C. Contiene fibras que favorecen la digestión, grasas poliinsaturadas y varios minerales: hierro, potasio, zinc, selenio, magnesio, fósforo y calcio. Su aporte proteico es casi nulo.

Entre sus propiedades más destacadas: aporta pocas calorías, mejora la circulación sanguínea, la memoria, contribuye a reducir el colesterol y la hipertensión arterial, previene infartos, aumenta las defensas orgánicas, fortalece los huesos, es antibacteriano y antiviral y al aportar ácido fólico es muy recomendable para mujeres embarazadas. Se cree que protege contra la depresión y ciertos tipos de cánceres como el de próstata, esófago, colon y estómago.