El llantén, o científicamente “Plantago Mayor L. es una planta medicinal con propiedades saludables tanto en su uso interno como externo, reconocida por la OMS.

Sus hojas tiernas pueden utilizarse para ensaladas pues proveen cantidades significativas de vitamina C. Además, sus semillas trituradas, tienen uso como aromatizantes.

Estas mismas hojas tiernas, por poseer alantoína y taninos, pueden usarse como cataplasmas (en forma externa) sobre heridas, pues contribuyen a su cicatrización deteniendo la sangre y evitando infecciones, por ser antibióticas. La misma acción puede observarse en caso de picaduras de insectos o mordeduras de animales, pues contienen “aucubina”, que desinfecta y calma la picazón; y en el tratamiento del herpes, y en quemaduras por exposición solar, pues tienden a regenerar la piel.

En infusión de dos cucharadita de hojas secas (recolectadas en verano y secadas a la sombra) hervidas con dos tazas de agua por quince minutos, y luego dejándola enfriar, descansa la vista, colocándola con un algodón o gasa sobre los ojos.

Colocar unas gotitas de jugo de sus hojas maceradas y machacadas en el oído, combate la otitis.

Las infusiones de hojas secas de llantén también son recomendadas para cicatrizar heridas internas, por ejemplo, en la vejiga o fístulas anales. Es además, astringente, beneficia al corazón, calma la tos, y purifica el organismo por su acción diurética, teniendo influencia positiva en infecciones urinarias y en el tratamiento del colon irritable. Se usa también, en el tratamiento de la hepatitis y la tuberculosis.

En forma de buches, la infusión cura llagas o infecciones bucales o de garganta.