Los plátanos o bananas son frutas de sabor muy dulce, caractrísticas de los climas calurosos, muy aceptadas por los niños, siendo una de las primeras comidas sólidas pisada en puré, que incorporan los bebés, y generalmente mezcladas con manzanas. Acostumbremos a darles una banana a los niños cuando nos pidan golosinas, pues es tan sabrosa como ellas.

Entre sus vitaminas se destacan la B6 y el ácido fólico, por lo cual es bueno que la consuman las embarazadas.

Es una gran fuente de energía, por su alto contenido en hidratos de carbono, por lo cual es sugerida a los deportistas, a quienes también les proporciona mucho potasio, previniendo los molestos calambres; siendo un excelente diurético, y recomendado en enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, problemas de anemia, reumatismo, gota, calambres, y regulador del sistema nervioso. Además contiene fibra, 4 gramos en cada fruta, lo que la hace muy provechosa en la motilidad intestinal. Sus proteínas son de 1 gramo por 100 gramos de fruta, que es el peso de una banana mediana.

La serotonina es la sustancia causante de que nos sintamos bien y contentos al consumirla. Nuestro organismo transforma el triptofán, elemento contenido en los plátanos y lo convierte en serotonina, por lo cual es muy indicada en casos de depresión.

Es recomendada para quienes sufren de úlceras estomacales, y también colesterol alto, pues si bien no lo ataca en forma directa, impide la lipoperoxidación.

Para tener en cuenta quienes hacen dieta para adelgazar 100 gramos de bananas o plátanos no dan aproximadamente 110 calorías y 29 gramos de carbohidratos.

Debe consumirse el fruto maduro, para que sea digerible, no recomendándose de ningún modo cuando se halle duro y verde.