Comer pomelo es nutritivo, sedante y adelgazante. Más no le podemos pedir a esta fruta, un poquito amarga, pero que por eso mismo calma la sed, más que las otras.

Entre las vitaminas, posee provitamina A, B, B2, C y P. Posee además calcio, potasio, hierro, fósforo, magnesio y sodio.

Por su alto contenido de vitamina C, fortalece el sistema inmunológico, siendo muy efectiva para prevenir gripe y resfríos. Por el efecto de la misma vitamina, favorece la cicatrización de heridas, incluyendo las que provienen de encías que sangran. Es muy bueno en situaciones de stress, pues tiende a equilibrar el sistema nervioso, y contribuye a una buena conciliación del sueño. estimula el sistema linfático y elimina toxinas, siendo muy eficaz para purificar las vías urinarias.

Por el potasio, es usado para combatir dolores reumáticos y artríticos.

Al contener inositol, ayuda a disolver las grasas, por lo cual tomar en ayunas, un vaso de jugo de pomelo, es muy provechoso en los regímenes para adelgazar, y reducir los altos niveles de colesterol en sangre. ayuda a disolver las placas que pueden juntarse en las arterias, previeniendo la arteriosclerosis y problemas cardiovasculares. La pectina que produce ese efcto tan beneficioso se encuentra en muy poca cantidad en el jugo, y mucho más en la pulpa de la fruta.

Es además anticancerígeno, en especial evita los de páncreas y estómago; y favorece al sistema circulatorio, impidiendo la formación de várices.

Su efecto desaparece a las tres horas de ser ingerido, por eso se recomienda tomar jugo de pomelo, al menos tres veces diarias.