Yacón es una palabra de origen quechua que se refiere al agua que aloja este tubérculo propio de las zonas andinas. Necesita para crecer de climas templados a cálidos y sus beneficios para la salud están comprobados. Muy conocida en Amñerica Latina como «batata del diabético» se principal productor es Brasil. A partir de 1970 comenzó su siembra en Asia y quince años después en Nueva Zelanda y Australia. En Estados Unidos se tiende a su comercialización y está siendo muy conocido.

El yacón es dulce y crocante y sus efectos favorables para la flora intestinal están dados por sus probióticos. Previene el cáncer de colon y estimula el tracto intestinal. Contribuye a que se fortalezca el sistema inmune y el nervioso. Además aporta al organismo algunas vitaminas del complejo B y vitamina C y ayuda a asimilar el calcio. Este tubérculo permite ser comido como si fuera una fruta y es bastante parecido en su sabor y textura a la manzana, por lo que también es muy sabroso en forma de puré. Se lo consigue preparase o puede elaborarse en forma de mermeladas.

Sin embargo, su beneficio más conocido es el que reciben los pacientes diabéticos pues en su tubérculo no se almacenan almidones, y si bien es dulce, no se metabolizan esos azúcares en el organismo. La insulina que contiene es una fibra dietética ideal para el metabolismo de la glucosa. Este efecto sobre la glucemia también lo tienen las hojas de la planta, que muchos usan para preparar té o mate, propiedad positiva que se extiende a la reducción del colesterol en sangre.