Todos sabemos que son peligrosos para nuestra salud, pero ¿Qué son? Aquí intentaremos esclarecer la cuestión del modo más simple posible, para cuidarnos sabiendo más sobre este terrible enemigo, que ocasiona riesgos de alteraciones genéticas, de lípidos, proteínas y grasas, y la mejor manera de combatirlo incrementando el ejército de antioxidantes, que son nuestros aliados.

Los radicales libres se forman en los humanos y en el resto de los seres vivos al contactarse con el oxígeno, y poseen al menos un electrón desapareado (sin pareja) o sea están solos en un orbital, por lo cual tienen la gran potencialidad de establecer un enlace con otros átomos. Son por ello moléculas de tipo reactivo, ya que reaccionan para conseguir unirse a otro u otros átomos para lograr estabilidad pues de lo contrario son débiles; pero al hacerlo transforman a la molécula a la que le robaron un electrón, en un radical libre, lo que puede producir, si los radicales libres son muchos, alteraciones genéticas que lleven al cáncer o impedir la división normal de las células o producir diabetes, colesterol alto, arteriosclerosis, Parkinson, Alzheimer y en el menos grave de los casos, envejecimiento temprano.

Lo que debemos incorporar

Para enfrentar a los radicales libres debemos incorporar una dieta rica en betacarotenos, vitaminas C y E, y algunos minerales como el cobre, el manganeso, el zinc y el selenio, que nos aportan antioxidantes que donan ese electrón que les falta a los radicales libres e impide que se los saquen a otras moléculas.

Lo que debemos evitar

Para luchar contra los radicales libres que el organismo libera normalmente cuando necesita atacar virus y bacterias, debemos erradicar, para no sumar más a los que deben estar, y a los que los antioxidantes puedan controlar; la ingesta de grasas animales, de aceites vegetales refinados (preferir los procesados en frío como el aceite de oliva virgen) no exponernos al sol sin protección y menos en horas pico, no fumar y evitar el estrés lo más posible. Además entre todos, debemos luchar contra la contaminación ambiental, utilizando lo menos posible productos químicos para la limpieza del hogar, pesticidas, etcétera.