Ser metódico es una virtud, y acostumbrar al organismo a comer en determinados horarios será algo que nuestra salud agradecerá mucho. Los aumentos de peso, náuseas, vómitos, hinchazón, estreñimiento, gastritis, flatulencias, y las caries dentales, por no higienizarse luego de cada pequeña ingesta, reconocen muchas veces como causa estos picoteos a cualquier hora.

Las comidas diarias deberían ser cinco añadiéndose a las tradicionales desayuno, almuerzo, merienda y cena un refrigerio a media mañana y otro a media tarde, que puede consistir en un puñado de frutas secas, una fruta, una tostada con mermelada, o un yogur. Así haríamos lo que se denomina dieta fraccionada, sin necesitar sobrecargarnos de alimentos en cada una de esas comidas.

¿Por qué comemos a cualquier hora y en todo momento? Muchas veces por ansiosos o aburridos, ya que es casi imposible tener hambre tan seguido, si se han respetado las comidas pautadas. En ocasiones, a causa del trabajo no tenemos tiempo de sentarnos a comer por un tiempo razonable, e intentamos solucionar el problema comiendo alguna “cosita” que en general no es muy saludable (snacks, chocolates o galletitas, por ejemplo) y provocará que estemos obesos pero mal alimentados.

Se aconseja que los niños lleven a los establecimientos escolares viandas saludables para comer en los recreos, si es que en la escuela no venden comidas sanas.

Como excepción, las personas con problemas digestivos, que no pueden comer en forma abundante en ninguna de las comidas principales, pueden consumir en forma racionada alimentos de alto valor nutricional varias veces por día. Esto ocurre con algunos ancianos o con las embarazadas en los primeros meses de gestación. Lo importante es que lo que picoteemos sea saludable, y no calorías vacías.